Asesinados dos hombres en Tía Juana.

Dos cuerpos sin vida fueron localizados en un paraje solitario del sector El Cilantrillo con varios impactos de bala en su humanidad.


Un arriero de ganado, que pastoreaba por la zona de la carretera A, con avenida 32, de la parroquia Rafael María Baralt, municipio Simón Bolívar, avistó ambos cadáveres y notificó sobre la dantesca escena al departamento de la Policía Regional en Tía Juana.
Al llegar al sitio señalado por el informante, los funcionarios dieron cuenta de la macabra escena: Los dos hombres presentaban una herida por arma de fuego en la región occipital del cráneo que produjeron el estallido de ambos globos oculares.

"Parece que les hubieran hundido los ojos con un palo. Sólo se aprecia la cuenca vacía", comentó uno de los oficiales que resguardaba el lugar mientras llegaba la comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, subdelegación Cabimas.

La presencia de una copia de la cédula de identidad, cerca de uno de los cuerpos, permitió identificarlo como Oswaldo Jhan Piña Oropeza, de 17 años, de quien se desconocen mayores datos. El adolescente vestía un suéter blanco con franjas anaranjadas, jean negro y tenía un rosario en el cuello.

El segundo ajusticiado no portaba ninguna documentación. Vestía un suéter marrón y jean negro, de tez blanca, con edad comprendida entre 25 y 30 años. También recibió otra herida en la región intercostal derecha.

Según las experticias del Cicpc, en el sitio se encontró un casquillo de bala calibre 9 milímetros y un plomo de revólver de calibre 38, por lo que se presume hallan sido trasladados por sus homicidas, vivos, al lugar.

De acuerdo a varios moradores de la zona, ninguno de los dos hombres eran de esa localidad: "Estos parajes se prestan para matar gente o dejarlos tirados. Hace un mes aparecieron dos hombres muertos en la entrada de El Cilantrillo", relató uno de los curiosos, presente en el lugar.

La primera hipótesis que maneja el Cicpc, en torno al crimen, es el robo, ya que ambos jóvenes fueron despojados de sus carteras y calzados, aunque la forma en la que aparecieron, hace pensar en la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas o venganza entre bandas rivales.